Aquí les dejamos una breve reseña de la llegada de los primeros misioneros evangélicos a las tierras guaraníes del Isoso, en el Chaco boliviano, y luego la memoria de algunos pioneros guaraníes que dedicaron sus vidas enteras a la iglesia y la misión entre su propio pueblo.

Por Daniel y Bernabé Gómez

El Chaco es una región difícil. Aislado, arenoso, caliente. Pero es el hogar del pueblo guaraní entre otros pueblos. Al inicio del siglo XX la iglesia católica prohibía la entrada de misioneros protestantes, y además la gente del lugar no tenía mucho interés.

JUAN  LINTON
A ese ambiente hostil llegó el hermano don Juan Linton en 1896 después de dejar un cómodo pastorado en Canadá. Vino con el gran deseo de evangelizar a nuestros compatriotas en el sur de Bolivia. Pero momentáneamente la suerte le fue adversa, pues no pudo conseguir permiso para radicar en Bolivia. De modo que fue al norte argentino instalándose en San Pedro y fue allí donde fundó la “Misión San Pedro”.

A pesar de haber fijado su residencia en San Pedro, no perdió su interés por los bolivianos. Cada vez que los jóvenes guaraníes migraron a la zafra de caña de azúcar al norte argentino, mantenía contacto con ellos y siempre estaba evangelizando a esos trabajadores en forma discontinua por las circunstancias ocasionales.

Después de haber vivido por 22 años en San Pedro por fin su deseo se cumplióvolviendo a Bolivia e instalándose en San Antonio del Parapetí el año 1918. Después de trabajar duro en toda la comarca, abrió una Escuela Evangélica en aquel lugar el año 1920.

SOCIEDAD MISONERA SUD AMERICANA
En el año 1924 dos valientes señoritas inglesas de la “South American Missionary Society” (SAMS) interesadas en la evangelización de los chaqueños, vinieron a Bolivia a insinuación de los zafreros que iban al norte argentino. Elena y Margarita se asentaron en el  lugar de Caipepe, una pequeña aldea cerca de Charagua. Estas dos señoritas hicieron bastante en aquel lugar y sus alrededores; pero no pudieron permanecer por mucho tiempo.

 

Cuando se fueron estas señoritas, vinieron de la misma Misión SAMS cuatro jóvenes solteros y dinámicos: Enrique Grubb, Ernesto Panter, Juan Arnot y Guillermo Everett el año 1926. Estos jóvenes fijaron su residencia en Isoso, un lugar bastante apartado, aún hoy es difícil llegar a ese lugar. Este equipo muy entusiasta trabajó arduamente entre los guaranís. Fundaron la primera Escuela en la comunidad de Aguaraigua, donde enseñaron a grandes y pequeños. También instalaron una clínica para atender a los pacientes de toda esa inmensa comarca.

Todos los servicios los prestaban en forma gratuita, además el material empleado tanto en la escuela como en la clínica eran sufragados con sus propios recursos. También instalaron un taller de carpintería para enseñar a los jóvenes a fabricar los muebles más indispensables para uno en el hogar, como ser: mesas, catres, bancas, repisas, etc.

El año 1928 salió uno de los jóvenes, Enrique Grubb. En cambio entraron dos nuevos hermanos, Francisco Harwood y Tomás Teboth para ayudar a los otros. De ese modo quedaron cinco misioneros trabajando en esa inmensa zona, siendo unos verdaderos samaritanos.

El año 1932 comenzó inesperadamente la contienda de la Guerra del Chaco. Toda esa zona quedó comprendida dentro de las acciones militares que se movilizaron intensamente. Todos tuvieron que ser evacuados y finalmente salir del país por la difícil situación de la Guerra. Seguramente con mucho dolor abandonaron todo; dejando en manos del Señor toda la obra que con tanto sacrificio habían realizado. De ese modo salió la SAMS de Bolivia.

La Guerra del Chaco causó mucho dolor para el pueblo guaraní, pero el Señor la usó para cultivar un liderazgo local en la iglesia. Ahora que no había misioneros extranjeros, los hermanos que quedaron tuvieron que tomar la responsabilidad por la obra. Varios de ellos sintieron el llamado de Dios para llevar a cabo su obra en el Isoso. Años después varios misioneros retornaron para apoyar la obra.

PIONEROS NATIVOS
Hubo varios pioneros guaranís en la extensa zona del Chaco que trabajaron arduamente en el ministerio del Señor, ya en forma personal o en colaboración con los primeros misioneros mencionados en las páginas anteriores. Los que más se destacaron fueron Nazario Gomez, Yandico Salinas y Jacinto Román. Han habido otros, pero de la segunda generación, como Cecilio Gómez, Inocencio Sandalio, Santiago Segundo, Domingo Suarez, Eugenio Leaños, Ingracio Diego, Hermógenes Sanchez, Mateo Chumira y otros. Aquí nos ocuparemos sólo de los tres que han trabajado por más años.

NAZARIO GOMEZ
El hermano Nazario y su esposa Felicia, naturales de Aguaraigua, eran discípulos de los primeros misioneros que llegaron a esa zona: Ernesto Panter, Francisco Harwood y otros. Don Nazario y Felicia después que terminó la Guerra del Chaco, comenzaron con cultos en su casa en 1940. Las condiciones eran muy precarias; todo el material de que disponían para los cultos era una hoja de papel con varios coritos escritos y para las noches tenían velas de cera fabricadas por ellos mismos. En cuanto a su preparación bíblica o académica era carente; pero en cambio tenían un corazón grande y sentían un gran peso por predicar el evangelio. Dedicaron sus vidas al Señor.

El hermano Nazario hizo la obra de evangelista, pastor y maestro, ganando muchas almas para el Señor, enseñando y discipulando a los hermanos en varias de esas inhóspitas comunidades del Gran Chaco. Don Nazario en un viaje a Argentina se encontró con el hermano Yandico Salinas. Lo invitó personalmente y también por medio de una carta y lo llevó a Isoso para que colaborara en la obra. Años más tarde el Señor lo llamó a su presencia y ya se encuentra gozando de la majestad de Dios. Estando en el lecho de muerte, ganó a su hijo Daniel, que hoy sigue fiel y es pastor y destacado líder de la iglesia en la zona. Sus otros dos hijos, Cecilio y Bernabé también son pastores y han dedicado sus vidas a la iglesia guaraní en Isoso, aun ayudando a traducir la biblia a su idioma.

YANDICO SALINAS
El hermano Yandico nació el 10 de enero de 1909 en el Rancho Ñanaigua, Bajo Isoso. Sus padres fueron Macario Salinas, nativo de Joseravi y Asunta, nativa de Aguaratí. Asunta fue alfarera y Macario fue un famoso curandero que ganó mucho dinero, especialmente ganado vacuno. A los 13 años quedó huérfano. Según la tradición del lugar él ocupó el puesto de curandero, brujo, adivino, vidente y todos los poderes que la gente ingenua le atribuía.

En 1924 a sus 15 años fue a Argentina a trabajar como zafrero en las plantaciones de azucar. Después de trabajar fuerte cuatro años, volvió a Aguaraigua donde encontró a un grupo de misioneros predicando el evangelio. Fue la primera vez que escuchó del amor y poder de Jesucristo. Aceptó al Señor como su Salvador y dejó definitivamente el curanderismo. Retornó otra vez a Argentina para seguir trabajando.

Después de seis años de ser creyente, en 1934 ingresó a la obra como colaborador de los Hermanos Libres en Ledezma, Argentina. Se bautizó en Calilegua el 25 de octubre de 1935. A la edad de 28 años contrajo matrimonio. A los cinco años en 1942 falleció su esposa dejándole dos hijos. Dos años más tarde recibió la visita del hermano Nazario Gómez y una carta del misionero don Francisco Harwood; tanto la carta como don Nazario lo invitaban volver al Isoso para colaborar en la obra del Señor.

A su retorno comenzó la obra en la comunidad de Iyovi, donde estuvo un año. Por ese tiempo en Tamachindi el pueblo sintió la necesidad de tener en medio la obra evangélica como se estaba haciendo en Aguaraigua. Sin perder el tiempo se ponen de acuerdo para ir a Nazario Gómez solicitando un obrero.

En 1945 los líderes de Tamachindi, capitán Bonifacio Barrientos, Mburikaruguai, Mase (padre de Cesario), Gómez, y Arigüi, acudieron ante el hermano Nazario Gómez solicitando obrero para la comunidad de Tamachindi. Para poder llevar con la demanda y ser responsables con la obra evangélica, Nazario y Yandico se pusieron de acuerdo para dividir el territorio. Fijaron a ambos lados del Rio Parapetí que divide la zona para hacer la obra—al oeste le tocó al hermano Yandico y al este a Nazario Gómez.

Así que en 1946 Yandico Salina se trasladó a Tamachindi como acordaron para tomar responsabilidad de la obra. Acompañado por Nazario Gomez, Cecilio Gomez, Casiano Iyambae llevando sus cosas en carreton, Yandico Salina, su hermana Iriru con su hijo Santiago Segundo, se trasladaron para comenzar la obra en Tamachindi se quedaron en la casa de Mase. Comenzó a hacer culto bajo la sombra de un árbol y después con todos construyeron un templo donde han podido hacer culto. El mismo año Yandico Salinas volvió a casarse con la hermana Bárbara Candia. Tuvieron un hijo, Esteban, pero a la edad de 10 años falleció.

Por ese tiempo se instaló en esa comunidad el misionero Jorge Hilgeman con su familia, quien apoyó la obra, pero por motivo de la enfermedad de la señora Jenoveva tuvo que abandonar el lugar y fue a vivir en Charagua, dejando otra vez a Yandico solo con toda la obra.

En 1985 falleció pastor Yandico Salinas a la edad de 73 años, con 40 años en la mies del Señor en esas tierras insalubres. Comenzó la obra sacrificadamente y terminó la jornada con una enfermedad incurable. Aun desde su cama amonestaba, exhortaba a sus hermanos en la obra del Señor y se despidió con ese deseo de testificar de la palabra de Dios. Dejó la obra bien establecida en las comunidades que trabajó, con muchos miembros y programas. Gracias a Dios por su siervo y por la gran obra que realizó.

JACINTO ROMAN
El hermano Jacinto nació en Caipepe el 6 de Enero de 1914. Sus padres se convirtieron al Señor Jesús el año 1927 y mandaron a su hijo Jacinto a estudiar al internado de San Antonio del Parapetí con el misionero don Normando Johnston. Jacinto estudió y recibió al Señor en aquella escuela en 1928. A causa de una epidemia de paludismo, los misioneros abandonaron el lugar en 1930. La obra quedó en manos del pastor Rosario Tejerina hasta el año 1935, cuando todos abandonaron el lugar a causa de la Guerra del Chaco.

A la muerte del pastor Tejerina, Jacinto se hizo cargo del pastorado y de toda la obra el año 1939 a la edad de 25 años. Bajo su ministerio y con la colaboración de los misioneros Francisco Harwood, Normando Johnston, Lorenzo Veliz y el hermano Epifanio Montaño construyó la Iglesia de Caipepe. Cuando la Iglesia creció sintió la necesidad de prepararse para el ministerio, y se fue a estudiar al Instituto Hebrón en la ciudad de Santa Cruz, de 1964 a 1967. Esos estudios le sirvieron de mucho en la labor que posteriormente realizó.

Después de haber trabajado 48 años en la obra, solicitó su retiro, a la edad de 73 años y la Iglesia concedió dicha solicitud en 1987. Actualmente se encuentra descansando; pero sigue animando a los hermanos con sus consejos, orientaciones y enseñanzas. Dios Bendiga a este querido hermano.

HECHOS IMPORTANTES

Traducción de Marcos y Juan al Guaraní.- Desde 1931 y durante la Guerra del Chaco, unos misioneros con la ayuda de algunos hermanos de habla Guaraní hicieron la traducción de dos evangelios importantes, Marcos y Juan.

Primer pastor Guaraní.- El hermano don Nazario Gómez, fue el primer pastor nacional del pueblo Guaraní y se hizo cargo de la Iglesia de Aguaraigua en el sector del Isoso el año 1940. Él fue el primer pastor indígena y el segundo boliviano de la denominación de la UCE en Bolivia.

Primer Himnario Guaraní.- Esa necesidad tan sentida desde años atrás para poder alabar al Señor en los hogares e iglesias se hizo realidad en el año de 1942 con la impresión del primer himnario Guaraní. Llegó a ser como un bálsamo para los hermanos de ese distrito. El trabajo fue realizado por “Himnos y Coros Evangélicos”.

Segundo pastor nacional.- El hermano Yandico Salinas llegó de la Argentina el año 1944 y trabajó en la zona del Isoso colaborando estrechamente con el pastor Nazario Gomez y el misionero don Francisco Harwood.

Nuevo Testamento Guaraní.- En el año de 1974 salió a luz el Nuevo Testamento completo en guaraní. Fue esperado por tantos años por los hermanos de habla Guaraní, especialmente por  pastores y obreros, como también los misioneros. Fue un gran gozo poseer la Palabra de Dios en su propia lengua y poder predicar y enseñar con mayor comprensión y entendimiento. Fue publicado por el Instituto Lingüístico de Verano.

Traducción del A.T. al Guaraní.-  En el año 1990 con gozo iniciaron la gran tarea de traducir los 39 libros del Antiguo Testamento al guaraní. La biblia completa, con los dos testamentos, fue publicada y entregada en guaraní en 2001.